Bye bye fideicomisos

Por enésima vez, López Obrador y los diputados de MORENA están luchando por desaparecer 109 fideicomisos ¿Que qué es eso? Son fondos que se utilizan para asegurar que haya recursos para algunos sectores, como lo son la ciencia, la cultura, y los afectados por desastres. ¿Y para qué los quieren desaparecer? Para pagar los caprichos del presidente, (Dos bocas, el aeropuerto y el tren maya).

Vamos con los datos.

Desde ya hace un tiempo, el gobierno se está quedando sin dinero, por lo que recurrió a usar lo que se estuvo guardando durante 18 años (el neoliberalismo), y como usó más de lo que debía y todavía quieren realizar las obras del presidente, tienen que sacar dinero de abajo de las piedras. La desaparición de estos 109 fideicomisos resultarían en poco más de 68 mil millones de pesos, y curiosamente, hacer la refinería, el aeropuerto, el tren y los proyectos del presidente, cuesta 60 mil millones de pesos.

¿Y dónde se queda la educación, la cultura, el deporte, la ciencia, la salud, etc.? Pues en el rancho de López Obrador (La chingada), porque nadie los está procurando. El único punto razonable en la argumentación de la desaparición de los fideicomisos, es que pueden llegar a ser usados para la corrupción, pero hubo diversas propuestas que decían que en vez de desaparecerlos, lo que se debería de hacer era cambiar sus reglas, para que fueran más transparentes y funcionaran mejor, pero como esto no ayuda los caprichitos del jefe allá arriba, no es opción.

Y hablando de jefes y caprichitos, el día de ayer fue el primer debate presidencial de Estados Unidos, y pareció más una parodia que otra cosa ¿Por qué? Porque Trump, siendo Trump, interrumpió a todo mundo y dijo lo que quiso, mientras que Biden no pudo realmente exponer nada porque no estaba preparado para los ataques de Donald, y el presentador... Estoy seguro de que llegó a su casa a llorar. Lo único destacable, es que después de una pregunta directa del presentador hacia Trump, en donde le preguntaba si condenaba a los supremacistas blancos, el presidente de EUA decidió no decir que sí, y en vez de eso, dijo a los Proud Boys (un grupo de supremacistas blancos) que esperaran, que alguien tenía que hacer algo con los grupos antifascistas. Vamos bien.