1984 en 2019
- Jose M. Saavedra Chimal
- 23 jun 2020
- 2 Min. de lectura

En mi columna de ayer comentaba acerca del libro 1984, de George Orwell, que trata de Winston, un miembro del partido oficial de Oceanía, que es una de las tres superpotencias que controlan todo el mundo. A lo largo de la historia se va viendo como Winston está en contra de la ideología que todos tienen que seguir bajo pena de muerte y que también está en contra del Gran Hermano, que es un ser omnipotente que todo lo ve y todo lo hace. En una parte, se explica el modus operandi de los dirigentes con esta frase (se lo pueden saltar):
Por tanto, desde el punto de vista de nuestros actuales gobernantes, los únicos peligros auténticos son la aparición de un nuevo grupo de personas muy capacitadas y ávidas de poder o el crecimiento del espíritu liberal y del escepticismo en las propias filas gubernamentales. O sea, todo se reduce a un problema de educación, a moldear continuamente la mentalidad del grupo dirigente y del que se halla inmediatamente debajo de él.
En otras palabras, el que controla la educación controla a toda la población. Si se dice que 2+2=5 y no hay nadie para contradecirlo ¿acaso está mal? Y aunque ha sido aplicado de una manera menos rigurosa, eso es lo que pasa en el país y lo que ha pasado desde hace décadas; un claro ejemplo de ello es López Gatell: Si en la conferencia vespertina que el tiene dice que el modelo centinela es el mejor y que así se tendrán menos casos, los mexicanos pensaremos que es así; claro, existen expertos en el tema que lo han contradecido y que han demostrado que los datos que el demuestra son incorrectos, pero ¿qué pasa con ellos? Son desacreditados por el Presidente y el gobierno en general. Si hace 40 años el PRI decía que las elecciones habían sido las más transparentes de la historia, entonces así había sido; si en los libros de texto que da el gobierno dice que Benito Juárez fue lo mejor que le pudo pasar a México y que Porfirio Díaz fue lo peor, entonces así fueron los hechos (No digo que Díaz fuera un santo ni que Juárez no fuera bueno, simplemente que no es como nos lo pintaron).

Orwell tiene una frase muy famosa y que ha sido confirmada una y otra vez: "La historia la escriben los vencedores" y en verdad que es así. En los libros de texto actuales de la SEP, se culpa al neoliberalismo por todos los problemas que hay en el país. López Obrador venció y está escribiendo la historia a su modo, está educando a la gente para que crean todo lo que él dice. No digo que sea el único presidente que lo haya hecho, pero es el que tenemos por el momento; y esto es solo una pequeña parte de la campaña de deseducación que hay en el país. Si la gente no conoce otra cosa más que lo que se les dice, entonces no tendrán argumentos con qué contradecirlo.
En resumen: entre menos educación, menos oposición y entre más educación, mayor crítica.
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