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CNDH Inútil

  • Foto del escritor: Jose M. Saavedra Chimal
    Jose M. Saavedra Chimal
  • 7 sept 2020
  • 2 Min. de lectura

Terroristas. Esa fue la palabra con la que la Directora de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos describió a las mujeres que desde el día jueves ocuparon las oficinas de la CNDH, quienes piden justicia y seguridad para ellas y sus hijas, ya que la gran mayoría de los casos de feminicidio o violación quedan impunes, o sea, sin respuesta, aún cuando se conozca al agresor, ya que en México la justicia pocas veces se aplica de la manera correcta. Según los colectivos feministas que se encuentran dentro del edificio, hay más de 15 familias actualmente que se encuentran resguardas dentro, y que incluso, ante la falta de acción del gobierno, ellas iban a usar esas instalaciones como refugio, de tal manera que le cambiaron el nombre a "Ocupa, Casa Refugio Ni una Menos, México"

Una de las principales quejas de las mujeres al entrar a las instalaciones, fue que vieron que la cocina estaba llena de cortes finos, que según la CNDH son para los trabajadores, pero la verdad es que estos cortes son considerados gourmet y lo más probable es que estuvieran reservados para los funcionarios de más altos puestos. La queja se debe a que existen muchas personas en el país que ni siquiera tienen para comer, mientras que en el organismo encargado de cuidar a los mexicanos, gastan miles de pesos en comida para unas cuantas personas.


Esta no es la primera vez que la CNDH se encuentra en el medio de una controversia, porque desde el nombramiento de Rosario Piedras por parte de López Obrador existieron muchas quejas, y hace poco, uno de sus nombramientos fue expulsado de su cargo porque se dio a conocer un video en donde trataba de manera grosera y despectiva a un par de trabajadoras. Esto es una situación preocupante, ya que si desde esta comisión no se cuidan los derechos y se violentan, hay poco esperanza de que realmente nos protejan a los mexicanos.

Las mujeres exigen que este organismo empiece a realmente hacer su trabajo, ya que ellas son la prueba viviente (y sus familiares asesinados), de que en realidad, existe una cantidad brutal de violaciones a los derechos humanos y de que no hay una autoridad que esté trabajando realmente para arreglar este problema, lo que lleva a que siga existiendo y a que las mujeres especialmente sigan sintiéndose vulnerables.


Ni una menos.

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©2020 por José María Saavedra Chimal.

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