El engaño de los deportes

Acabo de ver un documental llamado Ícaro, que habla del dopaje en el deporte y cómo es que se puede corromper el sistema; la verdad es que me dejó sin palabras. Para no hacerles el cuento largo, el director y protagonista del documental (y ciclista aficionado), Bryan Fogel, se somete a un programa de dopaje para demostrar que se puede engañar al sistema y para hacer esto, contacta al director del laboratorio Antidopaje de Rusia, que lo ayuda a doparse sin mayor problema. El documental cuenta su viaje a lo largo de su tratamiento, para después llegar a un punto donde el Doctor Grigory Rodchenkov, el director que mencioné, resulta estar implicado en una conspiración que incluye a más de mil atletas rusos a los que el gobierno dopaba, para después, asegurar que ninguna de sus pruebas saliera positivo. ¿Cómo se logró esto? Con un complicado sistema a prueba de tontos que implica hasta al mismísimo Vladimir Putin (Presidente ruso).

El Doctor R. escapa a Estados Unidos con la ayuda de Fogel y cuenta su historia al New York Times, un periódico chiquito, mientras es investigado por los rusos (se da a entender que lo quieren matar), por los estadounidenses y por la WADA (Asociación mundial antidopaje por sus siglas en inglés). Después de una investigación hecha por la WADA, se logra comprobar que todo es cierto y que lo sabía todo el gobierno ruso, es más, lo patrocinaban. Este programa existió desde los años 60 en Rusia e incluye por lo menos los juegos olímpicos de Londres, Beijing y Sochi.

No solo son los rusos los que lo han hecho, está el caso de Lance Armstrong, que engañó a más de 500 pruebas que le hicieron y en donde estaban implicadas muchísimas personas. Podemos seguir buscando y vamos a seguir encontrando, en el fútbol, en el atletismo, fútbol americano, béisbol, basquetbol, etc. ¿Esto que nos dice? Que el sistema no es seguro, que los atletas se dopan y que no hay manera de estar seguros de que no lo hagan. El Comité Olímpico Internacional lo intentó, tienen un sistema muy complicado que incluye sacar varias pruebas, ponerlas en frascos que se suponía no pueden ser abiertos mas que para las pruebas, científicos que supervisen toda la operación y más, y eso no detuvo a los rusos.

Me puso a reflexionar y a pensar en que en realidad, todo sistema puede ser burlado para beneficio de los que lo hacen y en que en realidad, muchos atletas de alto rendimiento se encuentran en esta situación por el nivel que se espera de ellos y que probablemente, aunque haya personas con talento y que tengan un estricto entrenamiento y dieta, las personas que se dopen tienen una mejor oportunidad de tener éxito. El sistema está roto y hasta no arreglarlo, los atletas y los espectadores no podemos estar seguros de que en realidad es justo y que son los mejores atletas los que tienen más éxito y que no son los que hacen trampa para ganar.

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