El medio ambiente vs México
- Jose M. Saavedra Chimal
- 12 ago. 2020
- 2 Min. de lectura

México se comprometió a que, para el 2024, el 35% de su energía proviniera de energías limpias, como lo son la eólica y la solar, sin embargo, este gobierno se ha empeñado en fallar en esta meta. No es únicamente el hecho de que se busca bloquear a la energía eólica, sino que es algo que va mucho más allá y se sustenta en la terquedad del presidente. Como López quiere que se hagan dos bocas, el tren maya y recuperar a PEMEX, se hace todo para que esto se cumpla. Dos bocas y PEMEX están comprobados como proyectos fallidos, e incluso, la paraestatal mexicana pierde 257 millones de pesos por hora, sin embargo, al gobierno no le importa, porque se encuentra dentro de los planes de López.
Como quiere que PEMEX siga produciendo, pero la calidad del petróleo de esta compañía es terrible, la CFE está obligada a comprar su producto, porque nadie más lo quiere. Como la CFE tiene que comprarlo, quieren que los mexicanos compremos únicamente de la Comisión, por lo que pasan leyes para ahuyentar a las energías limpias, que podrían eliminar el monopolio de la CFE. Como pasan estas leyes, es cada vez más complicado usar ese tipo de energías, lo que provoca que sea todavía más complicado llegar a la meta propuesta para dentro de 4 años.

Pero ¿por qué odia tanto el gobierno escuchar a la ciencia? Porque no los deja mentir. La ciencia no es algo que se pueda manipular para que cada quién diga y haga lo que quiera, sino que más bien, existen hechos inamovibles (y muchas cosas que faltan por descubrir). Cuando algo no se acomoda a su discurso y a su agenda, lo desechan, pero es un gravísimo error que va a tener consecuencias no solamente ambientales, sino que también económicas y humanas.
Parece que estamos viviendo en un país donde la lucha que se pelea es contra el medio ambiente, y lo peor, es que está ganando el país, y, por lo tanto, la irracionalidad y la opinión están ganando. Debe de existir una reforma energética y ambiental que no esté auspiciada por nadie, sino que busque el beneficio del país y del mundo. Para esto, primero se deben de establecer objetivos claros y alcanzables, que estén basados en datos reales y que beneficien al país en general.
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