La no-negación del aborto
- Jose M. Saavedra Chimal
- 30 jul 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 3 ago 2020
Ayer nos enteramos de que la SCJN votó en contra de la propuesta presentada en Veracruz, lo que significa que las leyes de ese estado no son consideradas inconstitucionales, sin embargo, y fue algo en lo que se hizo mucho énfasis, no se votó en contra de la despenalización del aborto, sino que no se tocó el tema en sí. Lo que se tocó fue la forma en la que se presentó el amparo.

¿Confuso? Un poco, pero en palabras más simples, se votó en contra del intrumento legal, no de lo que habla; es como si se votara en contra de utilizar zapatos, pero no se hablara de que al no utilizar zapatos, las personas se pueden lastimar. Al fallar en contra de la propuesta, los senadores del Partido Acción Nacional y colectivos ProVida celebraron y dijeron que ayer se votó "a favor de la vida", cuando en realidad no se habló de ella. Claro, no fue una decisión que beneficie a las mujeres en Veracruz, pero tampoco es una sentencia definitiva sobre el aborto en el país. La pregunta no es si lo van a legalizar, sino cuándo lo harán. Será legal.
En otros temas, el día de hoy nos enteramos que el Producto Interno Bruto del país bajó en 18.9% en los últimos tres meses, principalmente por la pandemia y el confinamiento, pero no sólo es eso, sino que la mitad de los estados han tenido un crecimiento negativo en los últimos 4 trimestres (el último año). Esto nos dice que con o sin pandemia, al país ya se lo estaba llevando el payaso 🤡🤡🤡. Probablemente sea esta la razón por la que López Obrador quiere dejar de utilizar el PIB para conocer cómo va el país.

Algo de lo que me he dado cuenta, es que poco a poco nos vamos acostumbrando a las cosas, sin que nos demos cuenta. Es como cuando estás escuchando música en el coche y de repente le tienes que subir, porque sientes que se bajó de volumen, cuando en realidad, lo que pasó fue que ya te acostumbraste al sonido. Si vivimos todos los días con violencia y malas noticias, cada vez nos volvemos más tolerantes hacia esto y lo normalizamos, hasta el punto en que necesitamos algo muy malo para sorprendernos.
Desgraciadamente, nos hemos acostumbrado a vivir en un lugar en donde el pan de cada día, son las tortillas. No, pero ya en serio, todos los días vemos y escuchamos de algún político corrupto, de algún asesinato, de alguna falla en el sistema, y llegamos a ser indiferentes a ellas, e incluso, nos llegamos a sorprender cuando algo bueno pasa. Tenemos que dejar de normalizar las cosas malas y la violencia que predomina en el país, para humanizarnos otra vez.
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