top of page

Las cárceles imaginarias

  • Foto del escritor: Jose M. Saavedra Chimal
    Jose M. Saavedra Chimal
  • 20 jun 2020
  • 2 Min. de lectura

Toda nuestra vida se basa en expectativas: antes de nacer, le preguntan a nuestros papás que qué vamos a ser, si niños o niñas; cuando somos niños nos preguntan que qué vamos a ser cuando seamos grandes; cuando somos jóvenes nos preguntan qué queremos estudiar y en dónde, y así sucesivamente. En este proceso de siempre buscar cumplir con las expectativas caemos en algo que yo llamo "cárceles imaginarias" y es simplemente esa idea que se nos marca con fuego en nuestra mente sobre quiénes tenemos que llegar a ser. No significa que esté mal, casi todas las personas tenemos estas ideas sobre nosotros y nuestro futuro, pero creo que pueden llegar a ser limitantes. ¿Por qué? Muy simple, porque nos esforzamos tanto en ser esta imagen perfecta de nosotros, que nos perdemos en el camino.


En nuestro camino a convertirnos en este ideal, hacemos una serie de cosas que nosotros (o las personas a nuestro alrededor) consideramos son las adecuadas para ser mejores, pero creo que pueden ser la principal razón por la que no llegamos a ser lo que queremos. El mejor ejemplo de esto es que cuando eres niño te preguntan ¿qué quieres ser cuando seas grande? pero cuando estás terminando la prepa, te preguntan ¿qué vas a estudiar?


Estas cárceles no son de metal y acero, son ideas y es justamente por eso que nos cuesta más deshacernos de ellas. Cuando algo es físico, podemos golpearlo, quemarlo, destruirlo, pero las ideas no, para deshacernos de ellas lo que se debe de hacer es un proceso de reflexión extenso, en el que logremos conocer(nos) lo que realmente nos hace ser nosotros, para a partir de eso, ver el camino que queremos seguir, no lo que nos ha sido impuesto. Aquí hay que hacer énfasis en que así como nunca vamos a terminar de conocer a otra persona, nos pasa lo mismo con nosotros mismos, porque estamos en constante cambio, por lo que el autoconocimiento debe de ser un hábito.



Cuando tenemos una mejor idea de quiénes somos, podemos establecer metas que realmente respondan a los que nosotros deseamos ser en la vida y por esta razón les quiero hacer una pregunta ¿cuándo fue la última vez que te tomaste un tiempo para conocerte mejor? Para conocer qué te gusta, qué no, qué es lo que te hace feliz o triste, qué actividades haces con gusto y cuáles con flojera, en qué momento del día te sientes mejor, con quién te sientes mejor, etc. Es un ejercicio complicado, pero definitivamente vale la pena, porque pocos sentimientos se comparan al saber que te conoces y definitivamente ayuda a la salud mental, algo a lo que le debemos de prestar mucha más atención. En resumen, conócete, no te cierres a lo que los demás te digan porque la única opinión que te debe de importar es la tuya.


Entradas recientes

Ver todo

Comments


  • Negro Facebook Icono
  • linkedin
  • twitter

©2020 por José María Saavedra Chimal.

bottom of page