Medusa en el mundo moderno

En la mañana estaba viendo Twitter cuando encontré el siguiente tweet y me puse a pensar en que es una realidad a la que se enfrentan las víctimas todos los días:

(Traducción: ¿Por qué personifican a Medusa como un monstruo cuando fue un hombre el que la violó?). Para los que no conozcan la historia, Medusa era una gorgona que tiene dos hermanas, Esteno y Euríale. Era una bella doncella, sacerdotisa del templo de Atenea, un día Poseidón la vió y la persiguió hasta dicho templo y la violó ahí mismo. Enfurecida, la diosa Atenea convirtió su cabello en serpientes y la maldijo para que todo hombre que la viera a los ojos, se convirtiera en piedra. Después de algún tiempo, el héroe Perseo, con ayuda de los dioses, logró decapitarla y todos vivieron felices y comieron perdices. O eso fue lo que nos contaron.

¿Qué pasaría si Atenea en vez de vengarse, le obsequió la habilidad de convertir en piedra a cualquier hombre que la mirara, para asegurarse que estuviera protegida de ellos? Cambia la historia. Perseo ya no es un héroe, es un asesino, y Medusa es un símbolo de protección para las mujeres. Ella no tiene por qué disculparse, nada de lo que pasó fue su culpa. Ella acudió a su patrona para que la protegiera, y aunque lo hizo tarde, la protegió con esa mirada. Todo depende de cómo se vea.

Creo que es una excelente metáfora para lo que está sucediendo. Las personas a las que violan jamás tienen la culpa, pero la sociedad está acostumbrada a volver a la víctima en un monstruo. Por vestir de la forma en la que lo hizo, por salir tarde a la calle, por no decir que no. Pero en ningún caso tiene la culpa la víctima. No tiene la culpa la bebita de 3 años a la que violaron. No tiene la culpa el chavo de 20 años al que violaron borracho. No tiene la culpa la esposa a la que violó su esposo. Y esto no solo aplica para los casos de violación, sino también para los de asesinato.

Si alguien dice que no es cierto, que las víctimas tienen la culpa, lo invito a que lea (o escuche) testimonios de víctimas. Desgraciadamente, todos, TODOS, conocemos a alguien que ha sido víctima de abuso sexual o lo han sido ellos mismos. Está en donde menos lo esperamos. Hasta que eso no cambie, no tenemos derecho a llamarnos humanos, porque en esas situaciones, no existe nada de humano. Ni en la red de prostitución infantil que hay en Acapulco, ni en la de Jeffrey Epstein, ni en la de los hogares de las personas que se enfrentan diariamente a estos abusos.

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